MÁS FUERTE QUE NUNCA

15:02 estefania villacis 0 Comments


Recuerdan mi último post, era diferente, algo tétrico, al punto que alguien me dijo: “Cómo vas a publicar eso, qué pensará la gente”; mi respuesta fue clara, “También tengo momentos difíciles y esto me ayuda a sanar y liberar, pues que la gente sepa que no todo está bien siempre”.

No voy a mentirles, luego de eso me detuve un segundo a pensar si había sido prudente hacerlo, pero acto seguido reafirmé que, si debía hacerlo ya que me iba a fortalecer como ser humano, además con ello pude reconfirmar que no me importa el ¡Qué dirá la gente! y que aceptarme frágil es muy saludable para ir evolucionando.

Y bueno, de ese escrito al día de hoy los vaivenes fueron constantes, la energía estuvo desgastada muchos días y las trampas mentales activadas, pero lo que nunca desapareció fue la conciencia de la gratitud por lo maravilloso que Dios me ha regalado en mis cortos veinticinco años, y la certeza de que el calor del fuego que me estaba fatigando iba a sacar cosas positivas que aún no conocía.

En la parte final de ese escrito dije: “Me volveré a encontrar pronto y estaré más esplendorosa”, y así fue, porque me determiné para ello, porque solté lo que me hacia daño, porque me nutrí de las experiencias de vida de algunas personas, porque un día me vi deslucida y el espejo me hizo reaccionar, primero me mostró la sombra que me estaba opacando para luego reflejar mi valía; además de todo eso comencé a leer cada una de las publicaciones que les había compartido, ese fue el empujón final, el grito de ¿Donde está esa mujer?

Les comparto que escuchar mantras para calmar la ansiedad y el estrés fueron clave, y por supuesto nutrirme de la filosofía de Hoponopono para liberarme de rencores y resentimientos, de todo lo negativo que permití topara mi vida.

El huracán no se fue, yo pude escapar de él, no dejé que me lastimara, simplemente me despeinó y me hizo dar un giro brusco, rompió algunas cosas de los alrededores, mi alma no tuvo ningún rasguño, se hizo fuerte, más fuerte que nunca.

Aun así, el bienestar es un proceso constante, que demanda disciplina, cada día es diferente y cada día permite aprender más, basta tomar acción.

Hay que vivir libremente, hay que sonreír y ser feliz por sobre todas las cosas. Los momentos “difíciles” surgirán, pero una buena actitud los va a anular.

Voy a finalizar con lo siguiente, en todo momento y en todo lugar, bajo toda circunstancia, si caminas con una espina en tu pie que te lastima e incómoda pero que no la quieres sacar por evitar un dolor, estarás en un grave error. Es mejor sacarla, aunque te duela y derrames sangre, eso pasa y cicatriza, luego caminarás más feliz.

Hoy estoy más fuerte que nunca porque me amo y valoro mucho más; estoy más fuerte porque mis decisiones son consecuentes con lo que llena mi corazón, porque alejo de mi vida todo lo que resta, porque mi vida es prioridad.

Vive intensamente feliz, a pesar de todo.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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