¿Por qué reinventarse?
No temo equivocarme al decir que muchos de nosotros cuando
nos sentimos equilibrados y a gusto con lo que hacemos y tenemos nos bloqueamos
al cambio, nos dejamos seducir por la monotonía y al no querer salir de nuestro
ambiente de “comodidad” nos perdemos de vivir y descubrir situaciones realmente
extraordinarias.
Pensar mucho no está mal, pensar demasiado y no hacer nada si
es lo realmente perjudicial, por lo tanto un ejercicio que debemos practicar
todos los días, absolutamente todos los días de nuestras vidas es el muy
conocido autoanálisis, y si lo realizamos frente al espejo es mucho más
beneficioso, puesto que nuestro reflejo será la brújula que guiará los caminos
de todas las aventuras que decidamos emprender.
Reinventarse nos otorga vigor, afianza nuestro ánimo de hacer
lo que necesitamos, nos cambia la perspectiva de todo aquello que forma parte
de nuestro mundo y a la vez nos amplía la visión del mundo, reinventarse nos
permite mantenernos en constante alegría, y así un sinnúmero de beneficios que
dependerán de nosotros mismos y de ser determinantes a la hora de no dejarnos
envolver por las situaciones o recuerdos perturbadores del ayer.
Reinventarse es un regalo muy valioso que nadie nos los puede
obsequiar, somos nosotros los únicos capaces de concedérnoslos y con ello permitirnos
evolucionar día con día, de este modo y sólo así podremos ser fuente de
felicidad hacia todo lo que nos comprende y hacia todo lo que forma parte de nuestra realidad.
Si nos reinventamos continuamente jamás dejaremos pasar los
momentos más gratos de la vida, disfrutaremos hasta de lo que nunca pensamos
podríamos hacerlo, nos convertiremos en personas proactivas, podremos saborear
las mieles más dulces y por supuesto que sentiremos que el mundo está a
nuestros pies.
Ser generosos es lindo y gratificante, entonces ¿Por qué no
comenzar siéndolo con nuestra propia vida? Reinventarse es un acto y una
decisión de amor propio.
Siempre seremos capaces de hacer más de lo que nuestra
imaginación nos muestra, porque cuando apartamos de nuestra mente los PEROS y reemplazamos ese espacio por los
ARRIESGATE SIN MIEDO, ¡VAMOS, QUE SI PODEMOS!, afianzaremos
las riendas de nuestra vida hacia todo lo mejor y más especial.
Ser felices equivale a reinventarse constantemente.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
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