¿Mentir por miedo o maldad?

18:22 estefania villacis 0 Comments

Blancas o negras, piadosas o despiadadas, mínimas o grandes, etc, etc! son muchas las denominaciones en las que nos escudamos para recurrir a la “salvación momentánea”, para hacer uso de las mentiras. Que desde los niños las utilizan, que nadie esta exento, que todos en la vida las hemos dicho, absoluto! Pero el motivo y la frecuencia de usarlas en nuestras vidas es lo que realmente nos debe llevar a una reflexión total y sincera. Pero dicha reflexión que sea con nosotros mismos, con nuestra consciencia, con nuestras emociones, con nuestra realidad, sin explicación a terceros, sin la intención de justificación, sólo con el objetivo de no tomarlas como escapatoria ante nuestro temor o ante el malsano fin de afectar la vida de alguien más.

Que la verdad libera y las mentiras atan, también. Quien siempre recurre a ellas construye su propia tela de arañas, pisos de cristal, un bonito pero frágil entorno, en los que se puede “ser feliz y divertirse” por algún tiempo, sin embargo, llegará un día en que por un paso en falso plop, plop, todo se destruye y donde no todos podrán lograr el objetivo de recobrar la confianza perdida.

Es evidente que las situaciones de presión y/o tensión que se nos presentan muchas veces en la vida, nos nublan el pensamiento y ante la desesperación decidimos optar por el camino más fácil, no obstante, el resultado final de dichas situaciones nos dejará efectos más negativos que positivos, por ello siempre he considerado a la paciencia como una de las virtudes esenciales que debe cultivar todo ser humano, con paciencia se llega a la plenitud y así evitamos ser víctimas de las decisiones desesperadas. Aunque cabe referir que muchas personas tienen un “talento innato” para mentir, envolver en farsas y actuar con el mayor cinismo, con la actitud más fría y calculadora detrás de una sonrisa amable, perjudicando e hiriendo a quien esté en su camino para salir “triunfante” e intentar convertir mentiras en verdades.

Irónicamente, MENTIR, MIEDO Y MALDAD, se escriben con M, son palabras cortas (porque las infamias tienen una vida corta) y provocan los mismos efectos, vacío e infelicidad en todo quien se deja seducir y bloquear por su dulce encanto. En base a ello, siempre debemos tener presente que la libertad no sólo consiste en transitar sin restricción alguna por todas las calles, ciudades o países que podamos o queramos, sino en vivir sin ataduras emocionales, sin fantasmas en nuestras mentes, sin espinas en el corazón y sin vacíos en el alma. 

Y es así, que la razón por la que muchas personas logran una vida integra y feliz se debe a que toman día a día la decisión de ser valientes y honestos, porque aunque se demoren un poco más y les cueste mucho más trabajo y esfuerzo trazar su camino, son conscientes de que es la única y real opción para ser felices y hacer verdaderamente feliz a quienes los rodean.

No hay nada más lindo que coexistir junto a personas espontaneas, leales y nobles; decididas y comprometidas con que sus acciones y vida sean inspiración de otros.

El bienestar no se logra con una varita mágica, sino con la tajante decisión de ser auténticos. Se feliz y desecha de tu vida las mentiras, el miedo y la maldad.

La VERDAD siempre triunfa sobre la MENTIRA.

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