Tú y los otros

19:54 estefania villacis 0 Comments

Las relaciones humanas pueden ser complejas, a causa de las infinitas diferencias entre nuestros semejantes, y precisamente ahí está lo interesante. Los moldes no pegan, es lindo encontrar gente tan auténtica, de esas que los mentes cuadradas llaman “locas”, es más bonito aún que la gente tradicional no trate de excluir a quienes van en contra de la normal.

Confío en la gente, y sí, he tenido mis experiencias no tan buenas por pensar que todos tienen el corazón limpio, y el alma sin malicia, pero que va, siempre confiaré, de lo contrario no podría atraer confianza para mí, ni mucho menos permanecer en un estado de calma.

Me parecen terrible quienes se esfuerzan por permanecer en el conflicto, por generar obstáculos y crear ambientes de enemistad; no concibo que para quedar “bien” en algo o con alguien, se deba afectar la imagen del otro. Me resulta inaceptable que muchos vivan en la envidia y que la propaguen.

Las competencias son con uno mismo, con los miedos,  fantasmas, como lo quieran llamar, y con todas esas voces que pretender boicotear. No se trata de querer ser “santos”, es sentido común, vivir en espacios de paz, de solidaridad. No es regla ni nos debe quitar el sueño caerle bien a todos o que todos sean peritas en dulces con nosotros, se trata de tolerancia.

Algo de lo que me he dado cuenta en las últimas semanas es que tan pesimista está la sociedad que cuando tratas de inyectar positivismo, la atención se desvía, la gente se dispersa, pero sí de “tragedias” se trata, se agotan los espacios vip.

Tú individualidad debe prevalecer, ningún otro puede impedir que dejes de ser, de pensar, de opinar, de actuar. Los otros deben respetar, sino les eres compatible, siempre existirá la opción de ignorar. Y cuidado con eso, hasta para “ignorar” hay que prestar atención para no cruzar la línea y caer en actitudes hostiles, poco cordiales. La clave es que todo se ajuste a la medida adecuada.

Tú debes ser feliz y los otros también, los caminos para vivir en ese estado de felicidad son múltiples, y ahí es donde se debe proteger que las piedras que se puedan encontrar no cumplan su función de limitar, a dichas piedras se la deben desechar, y saben cuál es el ingrediente principal para avanzar, pues la VOLUNTAD, de ello nace todo lo demás.

Tú vive como quieres, y los otros también.

Por mi parte diré que: “Me diferencio de mucha gente no porque me crea más que ellos, sino porque creo en mí”.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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Mi compromiso

14:37 estefania villacis 0 Comments


Y ahí estás un día, sin darte cuenta llegaste al punto de libertad deseada, porque no te presionaste, viviste el proceso o los procesos que se presentaron en cada ámbito de tu vida, sin culpas, sin arrepentimientos, sin reproches absurdos. Nada ni nadie fue capaz de conseguir oprimirte porque tuviste la dosis perfecta de valentía, de claridad, y por supuesto, de bondad en el alma, y SI, también los gramos exactos de rebeldía, para resistir a todas las “anomalías”.

Ya no hay miedos, no existe ilusión alguna que te pueda nublar, que te pueda mover hacia el lugar de las ansiedades, pues solamente tienes entereza para seguir construyendo lo que visualizas, lo que sabes que eres capaz, ningún mal viento te desequilibra… nada es ni será más fuerte que el amor y la valoración que te tienes.

Sabes y no olvidas que algo importante para no desenfocarte de tu felicidad consiste en desprenderte de los dramas, sobre todo apartarte de la gente “dramática” (eso para los teatros, por favor), evadirlas, no escucharlas, no dejarlas que proliferen la pena; y, no se trata de ser insensibles ante las situaciones “malas” - que prefiero decir no tan “buenas”-, sino de ser lo suficientemente conscientes de que no puedes dejar que tu espacio de armonía se afecte, que eso porque lo que trabajas a diario se contamine de sensaciones melancólicas. ¡Qué feo! Enserio, no malgasten el tiempo, no pierdan la vida en lamentos.

La disciplina, insistencia y persistencia, son requisitos básicos para llegar lejos (en todo), más lejos de lo que se piensa poder avanzar, total los pensamientos representan algo minúsculo cuando se obra sin perder la concentración en el anhelo, ¡Háganlo! Verán que en cada final lo logrado se parecerá poco a lo deseado, la realidad resultará más esplendida.

En fin, todo es pasajero, si ni siquiera es óptimo vivir con el recuerdo de los “éxitos” porque nos limitan a obtener nuevos, catastrófico es estancarse con los sin sabores que se pudieron dar. Es simple, realmente todo es simple. 

Sin nada especial o fuera de lo normal que me haya hecho escribir lo que han leído, voy a compartir algo que me recuerdo constantemente: 

“No sólo no quiero nunca perder el compromiso que tengo conmigo misma, pretendo ser capaz de siempre mirar mi reflejo con amor, y con la suficiente aceptación para vivir en la libertad máxima que pueda hacerlo una persona. Libertad de mente y de corazón, que es la clave para que nunca se pierda la razón”.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.


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