Tiempo para…

12:49 estefania villacis 0 Comments


Una de las mejores cosas que podemos regalarnos es un fructífero y estupendo tiempo para nosotros mismos. Tiempo de calidad, lejos de toda distracción, tiempo a solas y todos los días para así auto evaluarnos, para asegurarnos de que en nuestro ser no se rompa la armonía que nos va a permitir transformar lo que fuese necesario para que el siguiente amanecer sea una mejor oportunidad de vivir bien.

Lo que pensamos, y que luego convertimos en palabras, y por último en actos no siempre está correcto, a veces nos equivocamos y esto no es del todo negativo cuando tenemos la consciencia para reconocerlo y aprender, porque nadie es dueño de la verdad absoluta y muchas veces las percepciones desacertadas nos confunden y en otras ocasiones las medias tintas nos terminan manchando, nublando.

Varios son los momentos en que no alcanzamos a dimensionar la importancia de lo que aparentemente es “simple” o “básico”, desvalorizamos por ejemplo la significación de lo que representa el tiempo en nuestras vidas, siendo así que lo reducimos a minutos,  horas, días, semanas, meses, años y por ende a una sencilla estadística.

Por mi propia experiencia reparo en un mal hábito que cometemos cuando pretendemos que pasen rápido, muy rápido las horas y/o los días para hacer algo, para visitar algún sitio especial, para ver a alguien querido y así tantas más, en ese lapso de tiempo no apreciamos lo que tenemos presente y en muchos de los casos cuando llega ese momento anhelado y no todo resulta como lo esperábamos la decepción y el desánimo se apodera de nosotros, a unos nos dura más a otros menos, sin embargo ninguno nos escapamos de esa sensación nociva.

Tal vez no sea tan práctico y fácil adoptar esta rutina provechosa en nuestro diario vivir, pero quien dijo que no se puede, que no va ser un excelente reto, vale recalcar que además tiene un aspecto muy positivo, sólo lo sabrás tú, no tienes otro contendor que tú mismo.

No hay fórmulas secretas, la clave es la determinación, propongámonos tiempo para meditar, para pensar por pensar no; tiempo para redescubrirnos, para cuestionarnos no; tiempo para revitalizarnos, para desesperarnos no; tiempo para valorarnos, para desmerecernos no; y sobre todo, tiempo para amarnos y cuidarnos sin queja alguna.

El tiempo va tener el poder que nosotros le otorguemos, hará los milagros que nuestra paciencia y certeza le permitan. ¡Descúbrelo!

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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Sonreír es poder

9:41 estefania villacis 1 Comments



Sonreír para mí es uno de los mejores hábitos que podemos adoptar, es muy saludable y además nos desconecta de cualquier pensamiento negativo que nos quiera boicotear la felicidad. No es fácil crear esta conciencia, así como todo lo realmente favorable para nuestra tranquilidad, sin embargo el sólo hecho de establecer el propósito representa el 50% de la meta.

Indudablemente que hay momentos y momentos (aishhhh noooo) ¡Qué presión!, pero a pesar de aquello bastará un segundo para retomar el control; también existe otro punto interesante, las personas negativas y tóxicas que siempre se presentan, nunca falta una, a estas personas no debemos permitirles que nos contagien de su actitud dañina, por el contrario, nosotros debemos contagiarles de la nuestra. Por este detalle me permito transformar la frase, ya no sería no bajarles la guardia, sino, no bajarles la sonrisa. ¡Nunca!

Es importante recalcar y recordar que como todo en esta vida se trata de equilibrio para no romper la armonía y evitar caer en peligrosos extremos, tampoco se trata de convertir la sonrisa en un tic nervioso, NO, se trata de que dicha sonrisa exteriorice nuestra buena actitud hacia las personas que nos rodean, hacia nuestros estudios, hacia nuestro trabajo, hacia todas las actividades que realizamos día a día, y será dicha sonrisa la que minimice las dificultades propias de la existencia.

Por ello para mí SONREÍR ES PODER, porque entre muchas cosas, al sonreír podemos olvidar problemas, podemos despertar de los letargos ya que el efecto es automático, es un golpe a los fantasmas del miedo, de las penas, de las incertidumbres; al sonreír podemos iluminar los días sombríos, podemos incentivar, inspirar; podemos crear magia. El maravilloso hábito de sonreír siempre nos dará el poder de atraer la abundancia y prosperidad deseada, la serenidad y placidez necesaria, el entusiasmo adecuado y nos otorgará uno de los regalos más preciados, la PAZ. 

¿Aún lo estas dudando? Sólo piensa, compara situaciones y reflexiona en lo siguiente: que transmiten, como son, como les va a aquellas personas que viven rechinando los dientes.
¡Ah!

Batsheva Zimmerman nos recomienda algo fantástico, “Cuando estamos felices, la preocupación siempre buscará entrar y robar nuestra alegría. No le des energía. Aférrate a la felicidad”.

¡No te dejes! Sonríe más, más y más, cada día más.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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¿Qué puedes hacer por un niño/a?

12:40 estefania villacis 0 Comments



Vivimos en una sociedad donde el individualismo parece afianzarse, que de cierta forma esta “caotizada” y hasta “deshumanizada” por las problemáticas sociales que con el pasar de los días se agudizan, jóvenes indiferentes y ausentes de las realidades actuales, muchas familias que no son familia, que viven juntos pero que no comparten, que no son soporte, carentes de amor.

Todo esto sumado a la banalidad y superficialidad actual que engendra muchos más problemas, y quizás hayan otros elementos, estoy segura que sí, pero porque empiezo escribiendo esto, por una razón, los niños y las niñas.

Los niños/as son los seres que más amor le dan al mundo, la inocencia y ternura de un niño/a no tiene precio, la felicidad de un niño/a motiva a ser mejores, impulsa a enmendar errores, da fuerzas para construir lo que deseamos. La espontaneidad de un niño/a genera las sonrisas más lindas, ilumina los días grises, es energía ante el cansancio. 

No necesariamente debemos ser padres para involucrarnos en la formación de un niño/a, no necesariamente ese niño/a debe llevar nuestra sangre para ayudarlo, para guiarlo para hacer algo constructivo por su bienestar.

Qué lindo sería el mundo si cada uno de nosotros nos trazáramos como finalidad  ser guía, ser formadores, ser apoyo de un niño/a, tomar ese compromiso sin duda sería clave para mejorar nuestro mundo y el mundo, estoy segura que con ello se evitarían las situaciones que describí en las primeras líneas de este escrito y de seguro muchísimas más. 

Entonces, ¿Qué puedes hacer por un niño/a?...

Todos podemos hacer mucho más de lo que imaginamos, de lo que creemos está a nuestro alcance, debemos desterrar la errada concepción de que sólo con dinero podríamos dotar de felicidad y confort a un niño/a, desde luego que las circunstancias marcarán la ruta, aun así, todo está en nuestra voluntad. Cada uno de nosotros podrá adoptar el plan que estime adecuado, ponerlo en práctica desde ya será grandioso. Creo lo siguiente:

1.    Nunca dejes de sonreír frente a los niños, contágialos de alegría.
2.    Escúchalos, siempre hay tiempo.
3.    Fórmalos con ejemplo.
4.    Corrígelos con paciencia y calidez.
5.    Estimúlalos e incentívalos a que desarrollen sus capacidades y talentos.
6.    Jamás los ignores ni los minimices con palabras peyorativas.
7.    Incúlcales valores.
8.  Regálales seguridad para que el día de mañana estén dotados de una gran personalidad y desde luego muchas otras cosas más, porque siempre se puede hacer más y siempre se puede ser mejor.

Sin embargo, lo más destacado que podremos hacer por un niño/a es rescatarlo de la violencia, de la soledad, del abuso, de la falta de educación,  rescatarlo de todo lo que entorpezca su desarrollo y su inocencia. Mirarlos, tratarlos y llenarlos de amor.

Hacer el bien es ideal, formar bien a un niño/a es genial.

Con efecto,

Estefanía Villacís G.

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Sucesos inesperados, vidas nuevas.

16:14 estefania villacis 0 Comments


La vida da giros inimaginados, nunca podríamos tener la seguridad de que irá bien o que no, ya que muchas circunstancias no dependen de nuestros actos, mucho menos de nuestra voluntad. No así, nuestra consciencia y el cúmulo de acciones individualistas y en cierto punto hasta egoístas podrían obrar para que sucesos impensados nos conmocionen.

Muchos podríamos incluso sentirnos inmunes al dolor y a la tragedia, por sentirnos plenos, felices, y hasta con “orgullo” de los éxitos alcanzados; pensamos que lo “malo” sólo le pasa otros y no a nosotros. Creemos vivirlo todo a pedir de boca. 

Igualmente que no son la mayoría sino  un grupo reducido de personas  las que constantemente diseñan planes y programas para ayudar a los que necesitan de iniciativas altruistas. NO siempre y NO todos compartimos de esa prosperidad de la que gozamos, muchas veces pasamos indiferentes ante la necesidad de los desamparados.

Sin embargo, cuando menos lo esperamos se presentan los tan temidos remezones de la naturaleza para demostrarnos lo frágiles que somos y sólo en esos instantes podemos ver como una realidad tangible aquella afirmación de que “la vida es tan efímera”.

Ante ese panorama de caos, ansiedades, miedos y tristezas nos sentimos perdidos en un primer momento, la vida hace una pausa forzada y jamás deseada por nosotros, pero dicha pausa tendrá la duración que decidamos, el tiempo que nos cueste despertar del letargo y levantarnos con más ánimos.

Entre todo ello, son maravillosas las muestras de fraternidad, hermandad y solidaridad que se originan en estas situaciones de infortunio, siempre va a ser lindo potenciar nuestro lado más humano, aun así me pregunto y les pregunto a muchos, ¿Por qué sólo ante una catástrofe nos acordamos de hacer algo y/o de dar algo por una o muchas personas caídas en desgracia? Reflexionemos!

Nadie debe hacer juicios de valor sobre nadie, mucho menos juzgar, no es correcto ni saludable enfocarnos en nuestra negatividad, peor en la negatividad de los demás. Lo ideal es vivir con la consciencia de que cada día podemos ser más proactivos para ayudar, para enseñar, para construir, para compartir.

La fuerza se origina en nuestra mente, la nobleza en nuestra alma, y el amor en nuestro corazón, si podemos cambiar lo que está mal, hagámoslos, jamás dejemos de mirar a nuestro prójimo con benevolencia. El actuar “bien” no es exclusivo de santos, es y debe ser siempre nuestro compromiso.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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Calceta por siempre sin par.

16:24 estefania villacis 2 Comments

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