Sonreír es poder
Sonreír para mí es uno de los mejores hábitos que podemos adoptar, es muy saludable y además nos desconecta de cualquier pensamiento negativo que nos quiera boicotear la felicidad. No es fácil crear esta conciencia, así como todo lo realmente favorable para nuestra tranquilidad, sin embargo el sólo hecho de establecer el propósito representa el 50% de la meta.
Indudablemente que hay
momentos y momentos (aishhhh noooo) ¡Qué presión!, pero a pesar de aquello
bastará un segundo para retomar el control; también existe otro punto interesante,
las personas negativas y tóxicas que siempre se presentan, nunca falta una, a
estas personas no debemos permitirles que nos contagien de su actitud dañina,
por el contrario, nosotros debemos contagiarles de la nuestra. Por este detalle
me permito transformar la frase, ya no sería no bajarles la guardia, sino, no bajarles
la sonrisa. ¡Nunca!
Es importante recalcar y
recordar que como todo en esta vida se trata de equilibrio para no romper la
armonía y evitar caer en peligrosos extremos, tampoco se trata de convertir la
sonrisa en un tic nervioso, NO, se trata de que dicha sonrisa exteriorice
nuestra buena actitud hacia las personas que nos rodean, hacia nuestros
estudios, hacia nuestro trabajo, hacia todas las actividades que realizamos día
a día, y será dicha sonrisa la que minimice las dificultades propias de la
existencia.
Por ello para mí SONREÍR ES
PODER, porque entre muchas cosas, al sonreír podemos olvidar problemas, podemos
despertar de los letargos ya que el efecto es automático, es un golpe a los
fantasmas del miedo, de las penas, de las incertidumbres; al sonreír podemos iluminar los días sombríos, podemos incentivar, inspirar; podemos crear magia. El maravilloso
hábito de sonreír siempre nos dará el poder de atraer la abundancia y
prosperidad deseada, la serenidad y placidez necesaria, el entusiasmo adecuado
y nos otorgará uno de los regalos más preciados, la PAZ.
¿Aún lo estas dudando? Sólo
piensa, compara situaciones y reflexiona en lo siguiente: que transmiten, como
son, como les va a aquellas personas que viven rechinando los dientes.
¡Ah!
¡Ah!
Batsheva Zimmerman nos
recomienda algo fantástico, “Cuando
estamos felices, la preocupación siempre buscará entrar y robar nuestra
alegría. No le des energía. Aférrate a la felicidad”.
¡No
te dejes! Sonríe más, más y más, cada día más.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
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