La diferencia

18:47 estefania villacis 0 Comments

Quizás muchas personas atraviesan circunstancias en las que se llegan a sentir desencajados de un grupo o lugar, lo cual en sí, no tiene nada “raro”, sin embargo, puede generar conflictos internos, desencadenar auto cuestionamientos – saludables -, y a la par centrar la atención en que la diferencia es consecuencia de la esencia de cada uno, misma que no se debe ocultar por las etiquetas sociales.

La verdad es que en el mundo actual, donde mucha gente se deja adoctrinar fácilmente, ser diferente resulta un “problema” para unos, y ventaja para otros. Ser diferente les causará recelos, sin duda, pero sólo al principio, porque al final serán esas diferencias las que los ayuden a trascender.

Se debe obviar lo que algunos dicen sobre el diferente, que si es raro, antipático, y así por el estilo algunos otros calificativos errados; ya que los normales se dejan contagiar por grandes y graves defectos como lo son el pesimismo, conformismo, la mentira, envidia, etc., y eso sí es terrible.

En consecuencia, cuando el diferente se convierte en alguien con mucho “éxito”, surge un ruido dramático alrededor de todos aquellos que no han encontrado mayor ocupación que la de convertirse en lanza piedras, en lugar de con esas piedras edificar y demostrarse que también poseen habilidades grandiosas que los podrían llevar a hacer cosas magníficas no sólo por ellos, sino por los demás, y que podrían ser un ejemplo para cientos de personas que aún no se encuentran a sí mismas, y que no se han probado lo suficiente para convencerse de que pueden ser propositivos en lugar de destructivos.

Los seres humanos nacen libres e iguales - Derechos humanos fundamentales -, no obstante no se puede pretender que todos piensen iguales, que se vistan iguales, que tengan los mismos gustos para comer, que les gusten las mismas canciones, en definitiva, no se debe ser réplica de nada y nadie. En precisamente en la diferencia y en la diversidad donde se encuentra más nobleza.

Por otro lado, estar siempre con las mayorías, pensar siempre como ellas puede ser un indicativo de que el pensamiento crítico no está activado, de que tal vez el confort de pertenecer a algo es más fuerte a las ganas de crear mejores cosas, y que las firmes convicciones son materia reprobada para muchos.

Por lo mismo, mucha gente se enfrenta con el pánico cuando quiere cruzar del terreno de las “mayorías”, al de las “minorías”, donde está la gente “loca” y “rebelde”, los que “sueñan mucho”, cuando son los locos y soñadores los que han cambiado a este mundo. Hay que ser como se es, y si eso equivale a diferente, adelante, pues lo importante es que lograrás realizar tus sinceros deseos. 

Ser diferente es de valientes, ser iguales es de conformistas y temerosos. Ser diferente es ser libre en toda la extensión de la palabra. Ser igual es ser prisionero de moldes probablemente no tan bonitos. Ser diferente genera oposiciones, pero ser igual frustraciones. Así que ve y dale un giro a tus percepciones, será una de tus decisiones más acertadas, será el comienzo de nuevos momentos llenos de satisfacciones.

Estefanía Villacís G.


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