Aprender a decir que NO

15:44 estefania villacis 2 Comments


La gentileza es complacencia para el que la recibe, no siempre para el que la da, porque una cosa es presión y otra espontaneidad; y, dar lo mejor de cada uno es saludable e ideal pero si no lo haces no quiere decir que estés dando lo peor, simplemente es no querer dar nada. Aquello es parte del significado de ser descomplicado, además de haber generado conciencia sobre el sentido de merecimiento.

El día de ayer conversaba con un amigo de muchos temas y por algo en particular le dije: “Hay que aprender a decir que NO”, me contestó que era difícil, y yo le respondí que menos de lo que parece y le relate mis últimos NO, creo que luego de eso tuvo otra perspectiva de las cosas, lo vi animado a decir que NO.

Todo debe comenzar por uno mismo, no podemos rescatar a nuestros seres queridos si eso implica que nos olvidemos de nuestras labores. El nudo crítico está en que cuando acostumbramos a las personas a ser sus concierges y en un determinado momento no los ayudamos ya sea por no poder o no querer, probablemente seremos catalogados como mala gente. Sería conveniente darle definiciones a lo que es ser mala gente, pienso que en otro post lo podemos ampliar evitando al máximo caer en juicios de valor.

Con todo, ahora diré que las malas gentes abundan pero no son las que saben decir que NO, por el contrario son aquellas que diciendo SI a todo, generan malos hábitos en los “cómod@s”. Y también se podría decir que lo cortés no quita lo valiente, pero es más valiente cerrar puertas y ventanas a la toxicidad de un@ que otr@ osad@, que desgastarse en pedidos sin sentido.

Aprender a decir que NO, también es libertad y que bien que se siente; creo que en mis últimas publicaciones he venido repitiendo incesantemente el tema de la libertad, pero que le vamos a hacer si es la base de todo y resultado del autoconocimiento que te permite saber lo que quieres y lo que no quieres.

Otro de los trasfondos de este asunto recae en el hecho de que no es necesario ni regla decir NO, la omisión es mejor, es decir, hacer que no escuchas, que no lees, que no ves, etc., y que divertido que es, háganlo y verán. Me he convencido que eso se logra cuando te desprendes de lo poco o mucho que no sea parte de ti, de cuando tienes una vida interesante que vivir, en fin, son elecciones que dejan buenas sensaciones.

Repito, todo para uno mismo, y después de eso el resto, y esto no es indiferencia, no es indolencia, no es egoísmo, son PRIORIDADES y la TÚ eres esa PRIORIDAD. Ahora bien, una cosa es la gente que tiene maestría es comodidad y en molestar, otra es la que realmente necesita bienestar, algo importante que no se puede confundir.

Nadie pierde por decir que NO, mientras que todo se acaba si caemos en el error hacer todo porque SÍ, así que dejemos las culpas y los miedos, vivamos más sinceros.

Estefanía Villacís G.

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