Los extremos del drama Amor romántico / Amor por conveniencia El punto medio es el AMOR COMPAÑERO

14:52 estefania villacis 0 Comments


No puedo saber con certeza si las personas de otras generaciones buscaban ayuda profesional o coaches para ser felices en pareja, para encontrar una, salvar una relación que estaba muriendo, etcétera; lo que sí sé, es que al día de hoy media humanidad se queja de que nos los quieren o los quieren mal, y no se dan cuenta que son ellos mismos los que no lo están haciendo.

En este tema hay factores cruciales, en primer lugar lo que escuchas en tu casa, familia, entorno, que por lo general es: “El amor todo lo puede, el amor todo lo sufre, el amor todo lo llora”, MAL. En segundo lugar, tus patrones y los de la otra persona que para que lleguen a ser visibles demandan un arduo análisis. Y, en tercer lugar pienso que está el hecho de no llegar a definir con precisión qué es lo que te mereces, que es lo que quieres, que es lo que adiciona positividad y energía a tu mundo, lo que te hace evolucionar como persona. Hay que romper paradigmas.

En el amor romántico la gente se hunde porque se deja convencer que sin la otra persona no puede ser feliz, no puede vivir. Se deslumbran por lo mínimo y se derrumban por lo mínimo también. En esta era tecnológica, miden el amor por los emoticones que les lleguen diariamente a Whatsapp, por los minutos que puedan hablar, cantidad, cantidad que en algún rato a uno de los dos lo va a asfixiar. Pero pasa cualquier cosa y siguen ahí, dependientes en su máximo nivel. Se consuelan pensando que el tiempo aliviara sus penas, y NO, NO se necesita tiempo, sino fortaleza y determinación para calmar la mente y sanar el corazón. No persigan gente, persigan sus sueños, no dejen que nadie los aleje de ellos.

Ortega y Gasset en su libro titulado - Estudios sobre el amor - expresó: “Conviene resueltamente decir que el enamoramiento es un estado de miseria mental en el que la vida de nuestra conciencia se estrecha, empobrece y palariza[1], fuerte pero absolutamente real, pues justamente ese amor romántico produce dicho enamoramiento que nubla la razón.

En el amor por conveniencia la gente se estrella porque donde hay necesidad va a existir calamidad, no hay conciencia, sólo expectativas disparadas, que dirán reforzados, intenciones marcadas de dominación, aquí la gente no es feliz porque calcula la vida y no la vive. No saben querer, sólo desear, no saben tener ni dar libertad ya que al ser su realidad material y superficial, piensan que como todo se puede comprar, la vida de esa otra persona sólo está para divertirlos en su mundo banal. Los “buenos partidos” por lo general son grandes líos.

Como dijo Zygmunt Bauman: “La conveniencia necesita poco tiempo para convertirse en su opuesto. Así que no permita que la relación se escape de la supervisión de su cabeza, ni que desarrolle su propia lógica, ni – especialmente- que ocupe otros territorios, saliéndose de su bolsillo, que es adonde pertenece[2]. Ahí está, el amor por conveniencia genera esclavos.

El amor compañero, es el correcto y saludable, donde tú eres para el otro y el otro es para ti en la misma medida, sin que se llegue a cruzar la línea de la dependencia. Donde ambos se motivan, admiran, y apoyan para alcanzar sus metas, no hay competencia sino amistad pura. Donde no hay mentiras ni máscaras sino verdad y autenticidad. Donde no hay caprichos sino consensos. Donde sí a uno no le apasionada algo como al otro, no busca alejarte de ello, sino que se acerca a eso por tu felicidad. Donde prevalece la libertad para que cada uno trabaje en su mundo con mucho respeto y sanos límites. Donde prevalece la paz, no hay espacio para la ansiedad, donde se vive en bienestar.

En el amor romántico y en el de conveniencia la gente deja de ser, se adapta, en ambos existe un opresor y un oprimido, siempre uno que vive con la culpa de hacer todo mal porque le ha dado ese poder a la otra persona para que la violente de esa forma. El punto medio no es un poco de amor y un poco de interés, es todo compañerismo.

La unión de dos personas con el suficiente amor propio da como resultado ese AMOR COMPAÑERO.

No seas llanta de emergencia, se tu propio vehículo y elige bien con que llanta quieres rodar.

Estefanía Villacís G.





[1] Ortega y Gasset, José, Sobre el amor. Antología, Editorial Plenitud, Madrid, 1963.

[2] Bauman, Zygmunt, (2005c), Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, Fondo de Cultura Económica: Argentina.

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