Impuesto al trabajo: Cuando los asambleístas no legislan sino que extorsionan.

17:14 estefania villacis 0 Comments


Etimológicamente, diezmo procede del vocablo latino decimus y está vinculado a un décimo (la décima parte de algo). El concepto se utilizaba para nombrar al derecho del 10% que un rey exigía sobre el valor de las mercaderías que entraban a su reino o que se traficaban desde sus puertos. La noción de diezmo, por lo tanto, suele asociarse a un impuesto del 10% que se debía pagar a un rey, a un gobernante o a un líder religioso. Quienes debían realizar el pago entregaban la décima parte de sus ganancias o ingresos al acreedor[1].

Hoy en día, la palabra diezmo, acapara la atención de todos los ecuatorianos, y no por temas de monarquía o religiosos, sino por la corrupción de algunos asambleístas. Ya no son fiscalizadores, sino incautadores de sueldos. Avanzó la patria, pero la de ellos.

El hombre del maletín, ha quedado atrás, si alguna vez alguien dijo que esta práctica sería la única o eterna dentro del legislativo, estaba equivocado, porque en la Asamblea Nacional están campeando los diezmos, cuotas y más. Una vergüenza, que ha sido un secreto a voces, pero como no hay mal que dure cien años, y siempre un valiente que no tiene miedo de serlo, se abrió la caja de pandora.

Sin embargo, sin este escándalo, la ciudadanía ya estaba alarmada con muchos temas en torno al legislativo, así como por la preparación de muchos asambleístas y por su compromiso para realmente cumplir sus funciones. Ahora que con tanto machismo y sexismo no se asombren cuando salga a la luz que no sólo diezmos sino sexo se pedía por un puesto.

Respecto de la preparación siempre he dicho que a la final eso es relativo porque nadie nace sabiendo (también se aprende en el camino) aunque si es fundamental prepararse para hacer un buen trabajo y algo adicional, estar dispuesto a hacerlo bien. Para mí, el consuelo era que al menos tuvieran principios, NI ESO. Ayer en un taxi escuchaba a los presentadores de una radio decir que para ellos la política es lo peor, que ven a un político y enseguida se resisten, tan bajo ha caído esto; pero no son los políticos, son los politiqueros que viven en cálculos perversos, trabajando para sus mezquinos intereses. 

Les hacen daño a las personas que tienen una necesidad de trabajar y daño al país porque no contratan a quienes con sus conocimientos sumen a su labor sino a quienes estén a sus antojos domésticos y personales. 

Conocer sobre las contribuciones navideñas también sería interesante, porque ser generoso con plata ajena es lo más fácil y lindo para muchos y diciembre es el mes donde saltan “políticos” y algunas autoridades a mostrarse como los más altruistas, como filántropos; hay unos cuantos osados que se describen así, he leído aquello en algunos perfiles y solo he dicho, DIOS perdónalos porque no saben lo que escriben. A costillas de sus colaboradores intentan convencer al electorado de lo que no son. 

No hay que confundir lo que es ALTRUISMO, SERVICIO SOCIAL y POLÍTICA, en ese momento nadie disfrazado de benefactor/a atrasaría el progreso de los pueblos. Los gobernantes están para generar desarrollo y bienestar no ASISTENCIALISMO.

A todo esto voy a tocar otro punto, mucho se habló la “meritocracia”, si hubiera sido así, ¿Cuantos nuevos líderes habrían ahora? ¿Cuánta innovación se habría dado?; lo que imperaban eran los esbirros y oportunistas. Prueba de ello es que estamos a puertas de las elecciones seccionales y quienes aspiran a alcaldías y prefecturas son las caras de la política pasada, que vale recalcar no es del todo malo, pero en lo personal no me es esperanzador, porque todo ha cambiado y seguirá cambiando, y dudo mucho de los políticos de antes y además conservadores, ya no estamos para eso, sino para líderes progresistas en todos los sentidos.

Cordial invitación a rebelarnos contra el sistema, a rescatar la política, no más opresores ni oprimidos.

Estefanía Villacís G.


[1] Recuperado de: https://definicion.de/diezmo/

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