Ironías de la vida

13:51 estefania villacis 0 Comments


Días atrás, un amigo me envió una imagen vía whatsapp, con el siguiente texto:

Yo he visto a la más bonita llorándole al feo; al más mujeriego rogándole a la más puta, y el que tiene más dinero envidiando al pobre. Así es la vida”.

Me pidió que escriba respecto de aquello; pues bien, comenzando por la primera afirmación diré que muchas mujeres hemos derramado lágrimas por las decepciones y/o traiciones de alguien que no valoró, que no mereció el tiempo, detalles y amor brindado, pero al final del día eso enseñó mucho. A ningún hombre y por ninguno se llora, al menos yo NO, a ningún mortal, sólo a Dios. Y para las que lo han hecho, les diré que no lo repitan, por favor, dignidad ante todo, a nadie se le debe convencer del valor de uno, no debes ser el molde de nadie, jamás. Por el contrario, debes ser tú prioridad, todos los días, en cada momento de tu vida.

Sin darnos látigos hay que reconocer que la culpa no es de ellos, sino de nosotras, total uno decide a quien le abre las puertas de su vida, y la gente actúa y hace lo que tú les permites. Estoy segura que eso pasa mucho cuando se idealiza, nadie es perfecto y aquí hay que aplicar la regla de aprender a poner límites, de lo contrario, no serás para ti sino para alguien que se sirve de tu sumisión, que no buscará que seas alguien mejor, sino que robará tu confianza y autoestima para manipularte. Lo bueno es que una vez que se gana conciencia llega la claridad que te hace ver todo en full HD, y es cuando dices, ¡Qué tonta! En fin, NEXT con ese drama de las relaciones vacías.

Ahora, que los mujeriegos, además machistas y llenos de prejuicios han tenido y tienen unas historias, jajaja me acuerdo de algunos, como dicen en mi tierra “Todo saltón tiene su caída”; pero, eso de “puta” me parece tan sexista, a la vez de subjetivo, porque quizás para un tipo misógeno, puta es la que se pone una falda corta, para otro será puta la que se acueste con el que le da gana, y eso mismo no puede ser nada para un hombre liberal. Más bien creo que la intención de la afirmación es hacernos dar cuenta que ese mujeriego que no valoró a una mujer que realmente lo amaba, y que se portó con ella como un perfecto imbécil, ahora le ruega y llora a una mujer que actúa como él actuaba con la otra mujer que si lo quería. Ya saben que el mundo da vueltas, por eso no le hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo, ley de vida.

Y, sobre que el adinerado envidia al pobre, pasa lo siguiente, mucha gente se ha olvidado que el dinero se ha hecho para disfrutarlo, usarlo en lo que nos genere placer y alegría, porque el dinero SI compra felicidad, cuando lo sabes manejar y no cuando ese dinero te maneja al punto de esclavizarte para sólo acumularlo. El dinero se hace, se gasta, se vuelve a hacer y se vuelve a gastar, simple. El “pobre”, es más feliz porque en su realidad tiene más libertad, aquella que el “rico” se deja robar por la ambición desmedida. Para analizar, ¿Tú haces al dinero, o el dinero te hace a ti?

Finalmente, decir que “Así es la vida”, lo rechazo, la vida no es así, así son las vidas de quienes aún no se han reafirmado en su valor, no han reparado en evaluar lo que realmente quieren y lo que les llena el alma, quienes no han llegado a dimensionar lo afortunados que son, quienes no han trabajado en su amor propio, quienes se conforman con lo que hay y no se esfuerzan por lo que les hace bien y mejores.

Estas frases muestran que las ironías de la vida son producto de la falta de trabajo en nuestro ser.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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