No esperes, ¡CREA!
En los últimos días he podido
comprobar que muchas personas viven en pausa, sólo detenidas en mirar al cielo,
pidiendo, lamentando acciones y olvidándose de agradecer por las bendiciones
que tienen y que no logran apreciar. Personas que no actúan, sino que ESPERAN, y yo les digo: ¿Por qué esperar?, lo bueno se crea, se
persigue, se hace tangible no con trabajo físico, se crea trabajando en nuestras
imperfecciones.
Ser pacientes no tiene nada que
ver con estancarse en esperar, porque la paciencia es una grandiosa virtud que
construimos a cada instante y que requiere de un arduo esfuerzo para así poder
obtener un gran beneficio como lo es el mantener nuestras emociones en
equilibrio. Por el contrario ESPERAR nos
inhibe las fuerzas y nos adormece sin piedad alejándonos de todo aquello
importante y óptimo para el desarrollo de nuestras aspiraciones.
Esperar no es algo sano, porque
es el primo hermano del conformismo, es una condición tan negativa que solamente
predispone nuestra mente a pensar en lo pequeño, en lo necesario, en lo normal
y en lo aparentemente suficiente, nos cierra las puertas para pensar en grande
y sobre todo para actuar de una forma determinante.
Yo creo firmemente que todo en
esta vida es fácil, lo siento así, lo
imagino todo de una manera sencilla, estoy convencida de ello. Utilizo este
término no porque valore que las cosas no requieran sacrificios, el utilizar la
palabra fácil he podido anular de mi imaginación cualquier opción contraria a
mis deseos, y comparto esto con ustedes ya que pretendo que se debiliten los
pensamientos limitantes que pudiesen existir y que por el contrario generen una
mentalidad llena de afirmaciones victoriosas.
Cambiar nuestras expectativas por
intenciones llenas de convencimiento debe ser un compromiso diario, al cual
debemos fortalecer con el propósito de beneficiar a nuestro entorno, ya que por
más grande que sea lo que obtengamos, se convertirá en efímero sino logramos
compartir de esa abundancia con los demás.
Dudar es uno de los verbos más
peligrosos y por lo tanto jamás debemos permitirle un espacio en nuestra mente,
mucho menos dejar que toque nuestra actitud. Esperando se pasa la vida, creando
se vive la vida. Si crees en ti, puedes crear; sino crees en ti, solo puedes
esperar.
Aun así, no todo lo que queremos
es lo que necesitamos, pero si necesitamos querer con mucha intensidad todo lo
que hagamos para materializar del modo más esplendido los ideales que tengamos.
Jamás podremos recibir de nadie, lo
que sólo nosotros somos capaces de darnos.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
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