Mecanismos de defensa
La cortesía es algo que no debemos dudar en brindarle a los demás, la palabra “límites” como tal suena áspera y desmotivante, decir restricciones por igual; sin embargo, parte de las estrategias para enfrentar la vida con seguridad es precisamente eso, crear mecanismos de defensa diseñados en la medida de lo que deseamos proteger y de lo que no queramos que nos tope.
Esto conlleva el hecho de que
sepamos ELEGIR, PRIORIZAR, CLARIFICAR las cosas, pero esto no puede darse así
no más, es un trabajo continuo, donde no podemos engañarnos, puesto que la
sinceridad con uno mismo es la llave que abre la puerta para que podamos
establecer lo que se encuentre inestable y de la misma forma cultivar ese
ingenio que todos tenemos pero que muchas veces dejamos apagar principalmente
por permitir que la energía del desamino entre en nuestra mente y al paso nos adormezca
el cuerpo.
Para que todas nuestras luces se
enciendan en su máximo esplendor, debemos limpiar día a día nuestro corazón,
ninguna partícula puede quedarse porque tarde o temprano comenzará a generar
cortocircuitos y en el peor de los casos incendios emocionales. El pensar que
la complejidad es parte de todo no puede atarnos a la inactividad, ser proactivos
es uno de los resultados de crear ese revestimiento que bloquea la hostilidad,
la tristeza y la poca confianza que boicotea y que no deja florecer todo en
cuanto nos hayamos planteado.
A pesar de todo, no se puede
pasar por alto que la “confusión” se convierte la mayoría de las veces en la
causante de las pausas, de las pérdidas y de las renuncias a lo que en algún momento
nos propusimos, además que, difundir esa confusión propicia torbellinos en
cualquier persona que tengamos a nuestro alrededor, aquello es terrible, no
podemos permitirnos caer es eso.
Siempre será una buena reflexión
y/o terapia el preguntarnos ¿De qué me debo defender? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo
puedo transformar esto? ¿Cómo puedo avanzar sin perderme en los ruidos? ¿Cuánto
tiempo me voy a tomar para extinguir a los fantasmas? ¿Qué hechos pueden
ensuciar mi corazón? ¿Cómo mantendré mi calma día a día? Y muchas más.
Mi sonrisa es mi mecanismo de
defensa visible, junto a mi actitud alegre y entusiasta por la vida, me llena
mucho el poder transmitir cosas positivas; mi principal mecanismo de defensa a
nivel interno, es contralar que mi mente no piense más de la cuenta.
Te invito a analizar y crear los
tuyos, nunca estará de más el protegerse de algo o alguien que intente frenar
tu ritmo.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
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