Me tienes a mí
El ser conscientes de que mantener
el equilibrio emocional es fundamental para que los días sean placenteros,
equivale a la mitad del trabajo, que vale recalcar jamás puede descuidarse,
requiere de estrategias que dicho sea de paso, deben renovarse; a pesar de
ello, muchos factores imprevistos lo pueden estancar, causando dudas, preocupaciones,
y otras sensaciones que si se exceden nos llegan a afectar mal.
Mi lema es jamás estar triste, sino
convencerme de que por A o B motivo quizás puedo estar un poco menos contenta o
feliz, pero jamás triste, aunque los demás lo perciban como tristeza; aprender
a utilizar solamente las palabras positivas del diccionario ayuda, y más las
afirmaciones en este mismo sentido. Hay cosas y personas que de entrada no
comprendes, pero cuando tus emociones recuperan el control, eres capaz de
responder todos los porqués que surgieron producto de tus ¡No entiendo!
Pensar y obrar para resolverlo
todo de manera autónoma no está mal, sin embargo, el cerrarse a esta idea con
fuerza puede surgir estropeos en vanos, perjuicios innecesarios. La gente que
te conoce sabe cuando algo no está igual, la que te quiere de la manera más espontánea
y con la mayor predisposición para alivianarte, te dice SABES QUE ME TIENES A MI.
Las palabras cálidas tienen una
fuerza impresionante, sanan con un poder especial, después de escucharlas la
claridad aparece, te das cuenta que sin darte cuenta asumes retos que si los
enfrentas sola o con el soporte de alguien más, no te afectaran en tu concepción
de independencia, que te darán más seguridad porque no solo tú confiarás en tu
fortaleza, allá afuera estarán muchas personas más confiando en lo mismo y quizás
en algo extra.
De repente también haces memoria
y quieres hurgar en tus recuerdos para saber si en algún momento fuiste
fraternal y brindaste tu mano amiga ante alguien que lo necesitaba, regresan a ti
dichas escenas y lo comprendes todo, desde el desconocido hasta el familiar, lo
has dicho, no por compromiso, sino porque nacía de tu corazón, y en
consecuencia cuando no sabías que era lo que hacía falta, el corazón de una persona
noble pronuncio lo que se requería para iluminar el camino nublado.
El apoyo y la solidaridad de la
gente querida se agradecen tanto como la
vitalidad que se tiene día a día para avanzar en nuestro camino.
Fuerte y sonriente, tambalear
está prohibido.
Vivir feliz es muy fácil, lo
repetiré hasta el cansancio.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
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