Las expectativas y los estereotipos

19:46 estefania villacis 0 Comments


Dos palabras compuestas por la misma cantidad de letras, con las mismas iniciales y con el mismo peso psicológico y social, causan mucho daño, hay que  derribarlas a tiempo.

Todos nosotros las experimentamos, sin darnos cuenta nos equivocamos más de las veces en auto etiquetarnos y por consiguiente etiquetar a personas indistintamente de si las conocemos mucho o poco. Nos desgastamos por ser lo que otros esperan y en esperar lo que los otros jamás sabrán ser. Nos empecinamos en colmarnos de expectativas y de avasallar a los demás con estereotipos. A la vez que nos estereotipamos y nos quedamos expectantes de los otros. Un juego muy peligroso.

Pensar es parte de todo, el paso previo para hacer y transformar, pero adelantar criterios es una gran piedra que obviamente retrasa el andar, que nos hace caer por ir de prisa sin observar, y además nos aleja de poder apreciar a las personas, de apreciarnos, y todo esto nos minimiza en nuestro propio valor.

Han sido infinitas las circunstancias en las que he sido consciente de lo frustrante que son las expectativas y de lo denigrante que pueden llegar a ser los estereotipos. Son presiones tan asfixiantes como incensarías.

Formarse a partir de moldes puede llegar a ser tan esclavizante, pero formarse con base en la esencia, nos hace libres y auténticos. Las generalidades casi nunca son correctas y peor positivas, atreverse a ser la excepción puede resultar en muchos casos la mejor decisión. Y, si bien es cierto que cada uno elige como ser, como actuar, si atravesar el bien o el mal, hay que tener presente que no somos nadie para juzgar, señalar y condenar, por ende no hay que estereotipar.

No creo que vengamos con el chip incorporado de ser prejuiciosos, la herencia social y cultural nos orilla a tener actitudes para nada justas y por ende discriminatorias, y son dichos prejuicios los que forman los estereotipos, la mayoría podemos caer en la trampa por la famosa aceptación, lo que quizás muchas veces no alcanzamos a distinguir es que aquello sobrevive en un círculo vicioso que puede llegar a aniquilar.

Si meditamos un momento breve en los efectos que provocan los estereotipos, nos daremos cuenta que al dejarnos atrapar por esta condición, terminaremos creyendo que somos lo que nos dicen, haciendo lo que no nos complace, diciendo lo que no sentimos, actuando sin identidad y con mucha superficialidad que aplasta nuestra verdadera personalidad.

Muchas veces nos hemos dejado encadenar por los estereotipos, en algún momento pueden significar como parte del proceso de encontrarnos a sí mismos, para revelar lo que somos y revelarnos de todo, absolutamente todo lo que no nos satisface, lo que nos ata de manos y pies.

Hay que ser más observadores que habladores, más amplios para descubrir y menos cerrados para pretender condicionar.

Las malas percepciones, originan fatales suposiciones. Para que suponer si no hay verdades absolutas, para que formarnos de presunciones, si lo único que debemos hacer es experimentar desde nuestra realidad.

Las expectativas son fantasías que lastiman, los estereotipos son agresiones.

Estefanía Villacís G.
 

0 comentarios: