GANAS
Queremos
ser y queremos tener pero el problema es que no queremos hacer, por eso nos
frustramos y nos acostumbramos a pensar que las cosas son difíciles cuando no
es así. Primero la decisión y segundo la acción, son estos esos dos aspectos
los que llegan a materializar cualquier aspiración, absolutamente todo lo que
nos dicta el corazón.
¿De
qué tienes ganas? ¿Cuál es tu nivel de compromiso para que el anhelo que tienes
se realice y no quede en un simple deseo? Te pregunto lo que en mis horas de
flaqueza me suelo cuestionar y en tono fuerte, vale decirlo, porque es verdad,
a veces las situaciones que no dependen de nosotros nos pueden boicotear un
poquito o mucho, nunca se sabe, pero se las puede manejar; podemos evitar caer
en letargos y estados de penas absurdos.
Todos
tenemos ganas, pero ¿Cuánto nos duran esas ganas?, ahí radica el éxito de las
conquistas, en saber alimentar nuestro optimismo y limpiarnos de todos los pensamientos
que estén cargados de dudas, de esos miedos asesinos que nos envuelven en un
círculo turbio de malestares y de holgazanería.
Sentirnos
con todas las ganas del mundo, poderosos, con todas las ansías de victoria, la
mayor parte del tiempo, implica que trabajemos nuestra mente, por ejemplo aunque
nos plazca dormir un día entero, deben ganar las ganas de hacer lo que se
requiera en ese momento, de pronto suena confuso, a lo que me refiero es a que
si llegaren a disminuir las fuerzas físicas, las espirituales nos deberían
sostener, para que no perdamos la orientación.
Soy
consciente de que el trabajo que realizamos para nuestro equilibrio personal no
se logra de la noche a la mañana, aun así puede ser sencillo y divertido, y
también sé que las personas pesimistas dirán que la teoría se lee encantadora
pero que la práctica podría ser inalcanzable, debemos hacer caso omiso de esas
creencias limitantes.
Somos
iguales en cuanto a nuestra condición de humanos y muy diferentes en razón de
nuestro sexo, género, edad, profesión, ocupación y demás, por lo mismo es lógico
que los procesos y vivencias de cada quien sean diferentes, pero sería ideal
que todos mantengamos la misma concepción de que el amor propio está para fortalecemos,
la solidaridad para cultivarla, el entusiasmo para contagiar, la libertad para
volar, la fuerza para luchar, las ganas para lograr.
Lo
lindo se gana con ganas, así de sencillo, además estoy segura que las grandes
cosas que muchas personas han construido no han sido una mera casualidad, sino el
resultado de un trabajo constante. Por otro lado, conviene mencionar algo que
es irónico, ya que muchas personas están extremadamente carentes de ánimo para
las acciones provechosas, pero extremadamente motivadas para ser propiciadores
de actos ruines y deshumanizados. Que no nos gane el mal.
Hay
que ser firmes para rehuir de las personas conflictivas, resignadas, pesimistas,
esas que actúan sin la más mínima pasión, y claro de los ambientes tóxicos que
nos pueden estancar.
Que
se potencien las ganas de hacer y vivir todo lo que nos haga felices.
Estefanía
Villacís G.
Excelentes palabras, gracias por compartir para mejorar la vida.
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