MI 2016

8:14 estefania villacis 0 Comments

Lo pensado e impensado, lo aceptado y rechazado, lo deseado y todo lo que no… ahí estoy haciendo un recuento de todo lo que significó un año donde mis alas se desataron y con ello empecé a volar sin manuales, sólo con una breve guía producto de lindas experiencias, pero alentada por la convicción de hacer un buen viaje, donde los contratiempos fueran nulos, sin la idea de encontrar tormentas y con la idea de iluminarme e inspirarme de muchos arcoíris.


En efecto todo resultó formidable y no porque no hayan habido tormentas, sino porque de ellas aprendí a apreciar mejor el panorama colorido que siempre estaba junto a mí, y cuando éste se quiso oscurecer y mi parecer entristecer, la fortaleza de mi alma salía al rescate del cuerpo que no podía desfallecer de ningún modo.


Yo pensaba muchas cosas que no eran verdaderas, terminé de aprender a no juzgarme y de hecho eliminar la palabra juzgar de mi diccionario, aprendí a interrogarme y darle respuestas a todas las situaciones que pretendieron afectarme pero que jamás detuvieron mis acciones, aprendí a reiniciarme cada día y liberar energías que no eran saludables.


Las lágrimas fueron y serán purificación, método infalible para limpiar los restos nocivos de las decepciones y traiciones; las sonrisas el mejor amuleto y bloqueo para los representantes de lo perjudicial que de paso vieron acabados sus objetivos; y, la mente lúcida fue la base para no dejar instalar los espectros que siempre vienen disfrazados de dulzura.


Cuando pasas mucho  tiempo en una cajita de cristal te acostumbras tanto a la protección que terminas convenciéndote de que todas las personas son entes de bondad e incapaces de lastimar porque sí, nada cierto, de todos modos cuando se es fiel a sí mismo y se logra esquivar la maldad, se gana más fuerza para ser. Y aunque muchas veces me han dicho y me dirán que el mundo no es color de rosas, me sonreiré y no lo creeré, hay que convencerse de hechos positivos, no de pesimismos inútiles. No espero que el mundo sea color de rosas, yo hago mi mundo de múltiples colores.


Los viajes y las aventuras emprendidas me hicieron inmensamente feliz, me ayudaron a redescubrir muchas cosas y a descubrir unas cuantas que resultan más que necesarias para continuar caminando firme y segura en esta vida, para ser más desprendida y cálida, arriesgada sin caer en la irresponsabilidad, en dos palabras: totalmente libre.


Como no mencionar a las personas maravillosas que conocí, totalmente diferentes a mí y allí radicó el encanto, en poder aprender de ellos, de sus historias, contagiarme de sus ideales, en fin, aquello es un buen motivo de agradecimiento porque simboliza florecimiento en todos los aspectos.


Sin embargo, lo más bonito es y será mi familia, quienes con cada consejo, cuidado y aplausos me hacen más especial, luchadora y sensible a la vez, y desde luego que persuadida a nunca soltar todo lo que me motiva; por mí y por ellos seré y alcanzaré lo que sueño. Las palabras difícil e imposible no existen en mis metas.


Mi año se resume en lo siguiente: “La determinación es un ingrediente insustituible en la receta de la felicidad”.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.

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La navidad

10:07 estefania villacis 0 Comments

La navidad es el momento más lindo del año, yo lo creo así y sé que la mayoría también. El entusiasmo por compartir se incrementa, se rompen aquellas barreras que no dejan transitar con fluidez la afectividad y consideración, mismas que deben primar por los demás. Debería ser siempre, pero no pasa, con todo ello en diciembre el amor se propaga y la alegría se multiplica al compás de los villancicos.


Muchos adultos que por una u otra razón han perdido ese toque mágico de la navidad, dicen que este festejo es sólo para los niños, algo contradictorio, ya que nadie nunca pierde ese espíritu infantil que propicia la fraternidad y el asombro por lo bonito, una gran imaginación que regala ánimos para convertir todo lo simple en fantástico. Se olvidan de revivir lo que en su infancia los hizo feliz.


Otras personas se empeñan en ver y hacer ver a la navidad como un acontecimiento de puro consumismo, perfecto para fomentar el materialismo, ésta es una errada apreciación y afirmación, no tiene por qué ser así; en todos los festejos que marca el año calendario saldremos en búsqueda de un detalle que le denote a nuestros familiares, amigos y a todos quienes deseemos lo importante que son para nosotros o el agradecimiento que sentimos hacia ellos por el motivo que fuere, y si no podemos hacerlo con algo material, están los abrazos, las llamadas y mensajes para recordárselos, las deferencias no tienen códigos. Vale tener presente que en esta vida es todo, los muertos nos dan recuerdos y reflexiones pero nosotros a los muertos no podemos darles nada.


Es verdad que con el transcurrir de los años, se ha desconfigurado el verdadero sentido de la celebración navideña, que algunos le dan preponderancia a la figura del famoso Papa Noel, tratando de opacar lo que significa el nacimiento del niño Jesús en todos quienes creemos en Dios, sin embargo, cada quien con lo que quiere creer y hacer, las reglas para una convivencia pacífica son por demás sencillas, el “problema” radica en querer parecer y no ser.


Esperar diciembre para ser “amables” es uno de los hechos que han atentado contra el espíritu navideño, restándole importancia a eventos y acciones propias de la fecha, sin olvidar a aquellos que aprovechan la ocasión para venderse como entes de solidaridad; en todo caso no se puede condenar una festividad tan cálida como la navidad por acciones planificadas con dobles intenciones por un determinado grupo de personas. Aprendamos a centrarnos en lo positivo y también a propagarlo.


Los detalles materiales nos gustan a todos, aunque solos no bastan, sirven cuando son pensados y entregados con cariño, cuando lo que pretenden es afianzar los lazos de hermandad. Las luces que se encienden en los árboles y casas deben encenderse también en nosotros, no tiene sentido encender objetos y vivir con un ánimo oscuro, con un espíritu gris y desolado.


Una feliz navidad y una feliz vida para todos ustedes, deseo que todos sus días los vivan con una aptitud de amor, respeto y solidaridad por los demás. Con las ansías inclaudicables de brillar con el mismo encanto de la Estrella de Belén.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.

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DESPRENDER Y APRENDER

14:03 estefania villacis 0 Comments

Cuando un año calendario está por concluir de pronto surge una premura porque los días pasen de forma rápida (y no debería ser así), ya a estas alturas el cansancio y las ganas de permanecer en un estado de ocio se afianzan, pero por otro lado también la imaginación de todo lo que se quiere hacer en el nuevo año bloquean a la pereza e inyectan ánimo y energía. Se quiere empezar de inmediato.


Pasa y pasará el sentir que en los últimos días del año ya no hay mucho por hacer, sólo compartir festejos con amigos y familiares, es relativo, a veces en esos días se pueden finalizar con éxito o empezar con pie derecho muchas otras cosas. De algunos finales surgen grandes comienzos, esa ha sido una de las enseñanzas más valiosas que me han regalado las experiencias.


De lo que si estoy plenamente segura es de que este momento es la oportunidad idónea para replantearnos todo, para ser más racionales y menos emocionales en cuanto a las situaciones que quizás no estén funcionando al cien por ciento. Hay que desprenderse de lo que presione, quite intenciones y frene a las decisiones importantes; hay que aprender, pero bien, hay que tener voluntad y la suficiente valentía para hacer lo que se debe sin que prevalezca el irresponsable: “Hago lo que quiero”. Lo que se quiere no siempre conviene, no conviene muchas veces porque la ilusión nubla la objetividad.


Pensar más de la cuenta termina desgastando, aun así es necesario porque la plenitud no se obtiene sólo por anhelarla, sino por trabajarla, se la mantiene en óptimas condiciones cuando se la protege, y no se la disminuye por concesiones que al final no terminarán valiendo la pena. Para desprenderse de cualquier partícula de toxicidad hay que pensar y para aprender igual.


Aunque seamos conscientes de los cambios y de las liberaciones, éstas pueden terminar acumulando restos perjudiciales y atentatorios a la estabilidad, hasta los restos de los momentos de excesiva felicidad hay que limpiarlos, lo que ya fue, ya fue. Cada día hay que reprogramarlo para que sea un mejor capítulo que el anterior, no una copia, y peor una segunda parte. La creatividad siempre debe anteponerse a cualquier adversidad.


No considero que hayan motivos para estar siempre igual, ni para conservar lo que ya no otorga ningún beneficio, no comulgo con lo apegos porque terminan siendo condenatorios, no acepto lo que sea atentatorio a la tranquilidad. Desprenderse de los “tienes que hacer” es fundamental para aprender que la libertad de ser no se puede conceder, absolutamente nada de lo que nos pueda disminuir se puede pactar.


Bastaría la reflexión, sin embargo, lo determinante sería mantener una posición de: NADA NI NADIE BOICOTEARÁ MI DECISIÓN. Hay que blindarse con extremo cuidado, y alejarse de los distractores para que nada llegue a empañarse.  Se debe mirar con el corazón, y pensar con la más grande razón. Desprender es aprender a elegir no sólo lo correcto sino lo adecuado para cada uno. 


La vida se vive sin prisas, se vive desprendiendo lo malo y aprendiendo lo correcto.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.

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Que nada reste

12:57 estefania villacis 0 Comments

Me cansé de las escenas de victimización, de tolerar las amarguras de quienes viven siendo lo "malo" que refleja otros cuantos y que de paso están acostumbradas a actuar por actuar sin saber a quienes afectarán.

Me cansé de la gente simple, poco afectiva, de la que vive quejándose y opacando lo bonito que tienen. De esa que se deja llevar por la rutina y no le dan prioridad a lo que deben hacer perdurar para su bienestar.

Me cansé de ser tolerante con lo que no me hace sentir bien y que mucho menos me complace, con lo que me siembra dudas y por si fuera poco me intenta regalar miedos absurdos.

Me cansé de explicar lo que no tiene mayor incidencia a quienes no tienen por qué saber a detalle mis temas. 

Me cansé de las personas para nada agradecidas, de las grises que se quieren anteponer a los colores, de quienes viven en mentiras y te quieren atrapar en ese juego ridículo y sin sentido.

Me cansé de esperar lo que no depende mí y que seguramente nunca se dará, de comprender lo que no tiene una válida justificación pero si una no tan buena intención.

Me cansé de preocuparme demás por lo que no vale ni merece la pena, por lo que sólo me turba y en nada me ayuda a seguir siendo lo que quiero.

Me cansé de hablarle bonito a los oídos sordos, y de mirar con optimismo a lo que quizás siempre sea pesimismo.

Me cansé y eso significa que estoy liberada de todos y de todos lo que estaba causando un mal ruido, porque mi mundo no puede afectarse y peor estancarse. 

Vale saber que despertarse no es la simple acción de abrir los ojos luego de varias horas de haber estado dormidos, despertarse equivale a ir cambiando los entornos, y realizar limpiezas de hábitos y personas.

No quiero una vida intranquila, no quiero una vida aburrida, no quiero un vida de rutinas, me reinvento cada día y por lo mismo no me pierdo en restaurar lo que ya no funciona.

Me cansé las prórrogas, y de las concesiones, esto me lo repetiré a diario unas mil veces para que nada interfiera en mis acciones.

Me cansé hasta del celular, porque me desconcentra de lo verdaderamente valioso y me quita muchos minutos que bien puedo emplear en laborales productivas.

Me cansé de muchas cosas pero jamás de sonreír porque tengo infinitos motivos para ser cada día más feliz, y son precisamente esas cosas buenas en mi vida las que me hacen despertar y cansarme de lo que no suma.

Me cansé y me cansaré de cualquier situación que me reste armonía.

Hay que cansarse siempre de lo que te no te hace fluir.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.

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Tus preguntas

19:34 estefania villacis 0 Comments

En varias ocasiones puedes llegar a sentir que algo se desequilibra, que algo conspira, que algo se desconfigura, y de pronto surge el estado de locura…miras a tu alrededor y la incertidumbre te llama, la desesperación que te aprisiona y ahí es cuando nada funciona. El lamento empieza a nacer y también los dramas a emerger, sientes que algo te pretende hacer caer pero luego tu fuerza interior te hace reaccionar, te sostiene y mantiene de pie.

Lo descrito no es otra cosa que cuando tu preciada comodidad se ve amenazada, cuando tus actividades se ven afectadas y por ello las alertas se encienden, a la vez que estas percibiendo que nadie te entiende, y te estas equivocando porque total nadie tiene la obligación de hacerlo, ese es tu deber, los demás te podrían escuchar y simplemente ayudar a que no se agrave nada más. De pronto, empiezan a atormentarte los ¿Por qué? e inconscientemente te auto bloqueas con afirmaciones que se alejan de todo lo que deseas, sin embargo, bastará que reacciones para que tus aspiraciones sean el arma que acaben con todas las nubes negras que pudieran distorsionar tu mundo de vibrantes colores.

Cuando tomas la férrea actitud de ignorar lo que no te gusta y de desafiar a todo lo que fuera, vuelves a engrandecerte y las nubes negras a esconderse, a disiparse junto a los ¿Por qué? y así de repente aparecerán los ¿Para qué? junto con todas aquellas respuestas que te harán sentir la necesidad de adaptarte a todo sin pensar en nada más, y desde luego a analizar, a replantear lo que hay que comenzar a cambiar para cimentar los escenarios en los que te desenvuelves y seguir firme en tu camino hacia lo que se constituya en tus metas.

No se puede dejar de lado a las personas que te quieren y que con sus consejos te inyectan fortaleza, y también a las que recién conoces pero que te alientan a avanzar, esas personas que te dibujan grandes sonrisas con palabras sinceras y que te elevan el espíritu con el simple acto de reconocer en ti aspectos valiosos y de recordarte las virtudes que posees y que además deberían ser tu escudo de protección.

Lo aparente no puede detenerte, sino predisponerte a entender, a actuar bien, y aprender. Lo que no pueda complacerte al inicio de cualquier situación, en el camino te regalará superación, se constituirá en una especie de eslabón para forjarte en alguien mejor y obtener todo lo que hace latir fuerte a tu corazón. 

Resistir y persistir con una actitud feliz le dan la vuelta a cualquier hecho, van limpiando, van creando factores positivos, y otorgando aprendizajes que más que eso son regalos. Tus preguntas son la clave para entender los acontecimientos sin quejas, para descubrir y emprender viajes placenteros.

Plantéate y respóndete las preguntas que te ayuden a progresar y olvida a las que te puedan limitar. Pocas cosas son realmente como se ven al inicio de algo, terminarán siendo tan favorables como lo decidan tus actos.

Con afecto,

Estefanía Villacís G.

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Da lo mejor de ti

18:41 estefania villacis 0 Comments

Dar lo mejor de ti significa que independientemente de cualquier situación que hayas vivido en tu pasado, nadie tiene porque verte triste, enojado o en el peor de los casos con una actitud de resentimiento, esto último es bien feo y sin duda te distancia de las personas que deben estar junto a ti.

Dar lo mejor de ti significa que pronuncies sólo palabras cordiales, que sólo te vean feliz y con una gran sonrisa, que jamás hagas las cosas esperando que te agradezcan o que te recompensen por nada, sino porque tienes la certeza de que con tus buenas acciones te vas a sentir muy bien.

Dar lo mejor de ti significa tenderle la mano a todas las personas que lo necesiten, no importa si te lo piden o no, tú debes hacerlo siempre que puedas para demostrarte que en todo momento podrás hacer más de lo que imaginas o de lo que supuestamente es tu responsabilidad, porque la solidaridad es la acción más linda para ejecutar, la que te alegra el corazón y llena los vacíos que puedan existir en el alma.

Dar lo mejor de ti significa querer mucho y con la mayor ternura, a tus padres, hermanos, amigos, novio, esposo, a quien este a tu lado, pensado que de esa forma sencilla estas iluminando tu vida y la de todos ellos, y desde luego dejando gratos y lindos recuerdos en sus memorias.

Dar lo mejor de ti significa que tu impulso no se vence por el cansancio o que se bloquea ante algún obstáculo, puedes hacer una pausa pero luego continuarás con más fuerza y ánimo, porque sabes que ninguna oportunidad se debe dejar pasar por alto, ya que pueden ser únicas y no volver a presentarse.

Dar lo mejor de ti significa que te retes a hacer lo que pensabas que no podías, exigirte sin condicionarte, animarte cuando pienses que vas a desmayarte, porque cuando comprendes que los límites no existen, que son los miedos los que te boicotean, puedes realizar hasta lo no pensado.

Dar lo mejor de ti significa que te mires con admiración, con orgullo de la persona de que eres y que iras puliendo cada día por las magníficas vivencias así como por las desavenencias, porque aceptarte y amarte equivale a que te expandas, a que te liberes de las ataduras, de todas las dudas y de todo lo que pueda desestabilizarte.

Dar lo mejor de ti significa caminar por la vida optimista, con la mirada enfocada en lo que se constituye en tus mayores sueños y aspiraciones, en las ilusiones que te motivan, porque  al tener claramente establecidas tus prioridades vas a poder conquistar hasta lo que parezca más inalcanzable.

Dar lo mejor de ti significa mostrarte serena, segura, sincera, simpática y paciente, porque son esos aspectos los que consiguen alejarte de lo nocivo y acércate a todo y a todos los que puedan encenderte y predisponerte a romper las barreras y vivir de la forma más placentera.

Con afecto,


Estefanía Villacís G.

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No quiero ser prudente

20:50 estefania villacis 2 Comments

Dicen que eres dueño de tu silencio y esclavo de tus palabras, relativo, ya que también puedes ser esclavo de tu silencio, y muchas veces al contener tus pensamientos y no poder exteriorizarlos terminas afectándote por esa mala decisión de reprimirte. Es verdad que se debe pensar antes de hablar, pero es más verdad que no puedes optar por acostumbrarte a no hablar cuando tienes que hacerlo. 


No expresarte fortalece los prejuicios de los “sensatos”, agranda los terribles estereotipos que merman la cordialidad de la gente, multiplican esos moldes que en nada son perfectos o ideales. Hay que ser libres, dejar ser y hacer a los demás lo que quieran y como quieran, nadie tiene porque crear clones de nadie.


Me desconcierta y luego me causa risa que muchas personas se horroricen y fomenten caos de lo que se dice o escribe en base a la verdad y la objetividad, en lugar de horrorizarse e indignarse por infamias, calumnias, descalificaciones sin fundamento, palabras peyorativas, términos discriminatorios y muchas cosas más de ese tipo. Esa doble moral es la que se debe aplastar, y no las manifestaciones de quienes con valor y responsabilidad hablan de lo que sienten que deben hablar.


El problema actual es que no se trabaja por lo que significa la verdadera igualdad, sino que se han des configurado los códigos en la sociedad y lo que se pretende es que la gente sea igual en maldad, en cinismo, en oportunismo, en frialdad, en una terrible conformidad bajo el título de “correcto”.


Cada ser humano es como es, y debe actuar de la forma que lo haga sentir más feliz, por ello ser tolerantes es muy importante para ser buenos receptores de los mensajes que nos dan los demás; al principio se puede llegar a minimizar lo que se escucha pero en todo existe algo útil y no todos llegamos a asimilarlo por los perjudiciales convencionalismos.


El ser espontáneo es extraordinario, denota la luz que has podido encender en ti mismo, es una magnífica consecuencia de las almas transparentes y autónomas. El “reservarse” las emociones consume y es cómplice de lo injusto que se vive a diario.


¿Quién puede calificar con entera precisión la prudencia? Nadie.


¿Quién puede ser libre para expresarse? Todos.


Nada más fácil y sencillo como eso, que se diga todo lo que se piense y que eso se repiense bien es magnífico, que se lo calle no es conveniente. Hay que ser valientes no sólo para luchar a nivel físico, sino para defendernos a nosotros mismos de lo que quiera atacar nuestra esencia y personalidad, nuestro accionar que siempre debe reflejar las certezas que nos forman.


Si ser prudente equivale a ser indiferente, a ser hipócrita, a ser antipático, no quiero ser prudente.


No quiero ser prudente y si me gano “problemas”, no importa porque es más valioso ser auténtico y mostrase tal cual, que adoptar personajes de acuerdo al lugar o a quien tengamos cerca, porque a la final nos convertiremos en alguien más y no en el ser que tiene que brillar.


Con afecto,


Estefanía Villacís.

P.D.: Calladita no me veo más bonita, y tú tampoco.


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SORORIDAD

14:07 estefania villacis 0 Comments

Parecería ser que con el auge y fortalecimiento de muchos colectivos feministas, y programas a favor del respeto e igualdad de la mujer, se ha conseguido que los objetivos planteados estén siendo una realidad, lamentablemente el progreso no está en el nivel deseable desde mi perspectiva.


¿Por qué digo esto? Por un motivo muy claro y evidente, estamos siendo nosotras las mujeres las primeras en descalificar a otras mujeres, en convenir por ejemplo que fulana no es apta para un cargo o función por tal asunto, que sultana ha llegado a conquistar algo no por méritos propios sino por una dudosa decencia, entre otras afirmaciones desconsideradas y carentes de sustento; es realmente una pena que mientras quienes están dedicando su tiempo y esfuerzo a la lucha de una sociedad igualitaria, otras personas que no han dimensionado lo transcendental de la causa, empañezcan los pocos avances logrados simplemente porque no tienen la suficiente determinación para desprenderse de prejuicios y complejos.


Hay que rivalizar con los injusticias, no entre mujeres, porque si efectivamente nuestra pretensión es que nuestro empoderamiento no se quede en una simple aspiración, no podemos usarnos entre nosotras a conveniencia del momento, sino que debemos concienciar en que todas somos una pieza fundamental para crear lazos irrompibles y propiciadores de ese trato deferente y de una postura categórica que reivindique y proteja nuestros derechos.


Ir replanteando posturas es fundamental durante este proceso que jamás dejará de necesitar acciones concluyentes, puesto que las tramas siempre serán cambiantes y frente a eso hay que expandirse sin que se trastoquen los principios que forjan la lucha incansable para situarnos como seres capaces de todo y sin limitación alguna, descomponiendo el estigma de la “debilidad femenina”. 


Los tabúes ya pasaron de moda, declarémonos liberales, SIN MIEDO, eso no tiene por qué restarnos credibilidad ni hacernos ver inmorales, vivamos con total independencia, pero más allá de todo esto apoyémonos las causas feministas, pero sobre todo rompamos de forma urgente con el erróneo posicionamiento del androcentrismo. 


Abandonemos las hipocresías, las competencias malsanas, las desacreditaciones, el feo hábito de desmerecernos entre mujeres basadas en supuestos y rumores, es hora de ser mujeres junto a las mujeres, no unas en contra de las otras, de estar proclives a ser soporte y no barrera, de fortalecer relaciones honestas para forjar las medidas necesarias que anulen las dependencias, sumisiones y maltratos de una sociedad en la cual las células del machismo continúan en normal funcionamiento.


La conquista de un mundo donde se efectivice la igualdad de género no será realidad mientras nosotras las mujeres no erradiquemos ese machismo que nos fecundo la sociedad patriarcal, mientras se sigan formando hijas sumisas y conformes, hijos autoritarios e insensibles, pero en lo principal no se podrá lograr la conquista de la no discriminación y violencia hacia las mujeres, mientras nosotras continuemos rompiéndonos los tacones.


Fraternidad, solidaridad, respeto y apoyo entre mujeres, eso es sororidad, esa es la concepción bajo la cual debemos actuar si realmente estamos comprometidas en obtener que se validen nuestras opiniones y que se reconozcan nuestro trabajo.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.

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La política

10:51 estefania villacis 3 Comments

Con frecuencia escucharnos que la política es sucia, que es una porquería, corrupta, y así otros adjetivos terribles. La realidad parece como la describen, pero no lo es. La verdad es que unos cuantos malos políticos con sus desacertadas acciones y con su mala utilización de la misma, han creado ese concepto que muchos pretenden dejar tal cual, sólo por el afán de obtener privilegios para sí.


Ya lo dijo Aristóteles: “Somos animales políticos por naturaleza”, ninguna persona en el mundo es, ni puede ser apático a este arte, cuya única y sublime meta siempre debe ser la de crear condiciones extraordinarias que propicien una magnífica calidad de vida para todas las personas, con indiferencia de la realidad actual que atraviesen.


Cada vez que los pueblos se encuentran cerca de procesos eleccionarios para designar a sus mandantes, surgen las típicas preguntas del ¿Por qué?, ¿Para qué quieres ser político? Se considera obvia la pregunta de porque quieres, para que, o porque estás participando en política, sin embargo, los contextos siempre son diferentes, habrán muchas respuestas parecidas, unas superfluas y otras más profundas, al final será el tiempo el que demuestre quien luchó por una convicción y quien por una ambición.


La política si bien tiene como finalidad el servicio a la colectividad para mejorar su bienestar, en la práctica es uno de los principales medios para obtener poder, un poder que a muchos ciega de sus “ideales”, un poder que en manos equivocadas se convierte en un arma de extremo peligro, ya que lo utilizan para crear sumisión y no para crear una verdadera transformación de la sociedad. Se originan súper egos en los políticos, lo que hace que se desvanezca la finalidad de la política y que los electores miren con desprecio a esta labor que de ningún modo puede perder su inherencia.


La historia de la humanidad nos ha mostrado un sin número de ejemplos, y las realidades actuales lo siguen haciendo, pero aún persisten personas que se escudan en la política para ser lo que su petulancia les ordena. Se muestran hábiles en hacer creer que sólo con la política se puede ayudar a la gente y no es así, no ha sido y no va a ser así. No necesitas ser político para servir a los demás, necesitas cultivar la solidaridad como tu virtud principal, necesitas hacer que las mismas oportunidades que tú tienes, las tengan los otros, y para eso hay muchos caminos, que sin duda podrían ser más bonitos porque estarían llenos de gente más sincera y más feliz. 


Aun así es una gran herramienta, un camino directo y a la vez corrompible si parte de los principios que tengas y de las convicciones que te motivaron a defender lo que muchos piensan se debe dejar como está, pierden fuerza y se desdoblan en el camino de las tentaciones políticas.


Siempre diré que una mala persona puede llegar a ser un político, pero de paso, porque una buena persona si será un político que deje huellas.


Impidamos que se siga distorsionando la política.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.

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