Que nada reste
Me cansé de la gente simple, poco
afectiva, de la que vive quejándose y opacando lo bonito que tienen. De esa que
se deja llevar por la rutina y no le dan prioridad a lo que deben hacer
perdurar para su bienestar.
Me cansé de ser tolerante con lo
que no me hace sentir bien y que mucho menos me complace, con lo que me siembra
dudas y por si fuera poco me intenta regalar miedos absurdos.
Me cansé de explicar lo que no
tiene mayor incidencia a quienes no tienen por qué saber a detalle mis temas.
Me cansé de las personas para
nada agradecidas, de las grises que se quieren anteponer a los colores, de
quienes viven en mentiras y te quieren atrapar en ese juego ridículo y sin
sentido.
Me cansé de esperar lo que no
depende mí y que seguramente nunca se dará, de comprender lo que no tiene una
válida justificación pero si una no tan buena intención.
Me cansé de preocuparme demás por
lo que no vale ni merece la pena, por lo que sólo me turba y en nada me ayuda a
seguir siendo lo que quiero.
Me cansé de hablarle bonito a los
oídos sordos, y de mirar con optimismo a lo que quizás siempre sea pesimismo.
Me cansé y eso significa que
estoy liberada de todos y de todos lo que estaba causando un mal ruido, porque
mi mundo no puede afectarse y peor estancarse.
Vale saber que despertarse no es
la simple acción de abrir los ojos luego de varias horas de haber estado
dormidos, despertarse equivale a ir cambiando los entornos, y realizar
limpiezas de hábitos y personas.
No quiero una vida intranquila,
no quiero una vida aburrida, no quiero un vida de rutinas, me reinvento cada
día y por lo mismo no me pierdo en restaurar lo que ya no funciona.
Me cansé las prórrogas, y de las
concesiones, esto me lo repetiré a diario unas mil veces para que nada
interfiera en mis acciones.
Me cansé hasta del celular,
porque me desconcentra de lo verdaderamente valioso y me quita muchos minutos
que bien puedo emplear en laborales productivas.
Me cansé de muchas cosas pero
jamás de sonreír porque tengo infinitos motivos para ser cada día más feliz, y son
precisamente esas cosas buenas en mi vida las que me hacen despertar y cansarme
de lo que no suma.
Me cansé y me cansaré de
cualquier situación que me reste armonía.
Hay que cansarse siempre de lo que te no te hace fluir.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
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