Que nada reste

12:57 estefania villacis 0 Comments

Me cansé de las escenas de victimización, de tolerar las amarguras de quienes viven siendo lo "malo" que refleja otros cuantos y que de paso están acostumbradas a actuar por actuar sin saber a quienes afectarán.

Me cansé de la gente simple, poco afectiva, de la que vive quejándose y opacando lo bonito que tienen. De esa que se deja llevar por la rutina y no le dan prioridad a lo que deben hacer perdurar para su bienestar.

Me cansé de ser tolerante con lo que no me hace sentir bien y que mucho menos me complace, con lo que me siembra dudas y por si fuera poco me intenta regalar miedos absurdos.

Me cansé de explicar lo que no tiene mayor incidencia a quienes no tienen por qué saber a detalle mis temas. 

Me cansé de las personas para nada agradecidas, de las grises que se quieren anteponer a los colores, de quienes viven en mentiras y te quieren atrapar en ese juego ridículo y sin sentido.

Me cansé de esperar lo que no depende mí y que seguramente nunca se dará, de comprender lo que no tiene una válida justificación pero si una no tan buena intención.

Me cansé de preocuparme demás por lo que no vale ni merece la pena, por lo que sólo me turba y en nada me ayuda a seguir siendo lo que quiero.

Me cansé de hablarle bonito a los oídos sordos, y de mirar con optimismo a lo que quizás siempre sea pesimismo.

Me cansé y eso significa que estoy liberada de todos y de todos lo que estaba causando un mal ruido, porque mi mundo no puede afectarse y peor estancarse. 

Vale saber que despertarse no es la simple acción de abrir los ojos luego de varias horas de haber estado dormidos, despertarse equivale a ir cambiando los entornos, y realizar limpiezas de hábitos y personas.

No quiero una vida intranquila, no quiero una vida aburrida, no quiero un vida de rutinas, me reinvento cada día y por lo mismo no me pierdo en restaurar lo que ya no funciona.

Me cansé las prórrogas, y de las concesiones, esto me lo repetiré a diario unas mil veces para que nada interfiera en mis acciones.

Me cansé hasta del celular, porque me desconcentra de lo verdaderamente valioso y me quita muchos minutos que bien puedo emplear en laborales productivas.

Me cansé de muchas cosas pero jamás de sonreír porque tengo infinitos motivos para ser cada día más feliz, y son precisamente esas cosas buenas en mi vida las que me hacen despertar y cansarme de lo que no suma.

Me cansé y me cansaré de cualquier situación que me reste armonía.

Hay que cansarse siempre de lo que te no te hace fluir.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.

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