El hábito de ser libres

14:50 estefania villacis 0 Comments

¿Qué significa ser libres? He realizado esta pregunta en incontables ocasiones y en las últimas horas más. He sentido una emoción pura al escuchar respuestas preciosas de quienes viven motivados y con una actitud recia. También he escuchado respuestas que me han causado un poco de estrés momentáneo, me han parecido un drama incoherente algunas cosas que me han contado, pero de todas aprendo algo, de todas obtuve una importante enseñanza; de entre las muchas reflexiones a las que llegué, les enumero las siguientes; la primera, nos gusta, mejor dicho nos encanta victimizarnos; la segunda, no sentimos “mejor” culpando a los demás por lo que nos pasa; la tercera, nos “queremos tanto” que nos subestimamos; la cuarta, quinta, sexta, séptima, octava y que sigua la cuenta… se resumen en ser prisioneros de nuestros errados conceptos. Solitos nos cortamos las alas.


Ser libres significa convencernos de que somos poderosos para crear lo que nos hace bien y lo que se adapta a nuestras necesidades, no a las necesidades de otra persona; hablar con mucha propiedad lo que pensamos y no lo que los demás quieren que pensemos; actuar sobre nuestros principios y no bajo la dirección de intereses ajenos; vivir en un balance constante que nos proteja de caer en los pozos de la monotonía y de la resignación.


Todos nacemos con libertad, pero cuando llegamos a la adultez sin ser necesario que infrinjamos la ley para que nos apresen, nos encarcelamos. Nos llenamos de no puedo, no debo, no quiero, no es bueno, no, no, no, ¡TENAZ! Gracias a esas consignas tan repetitivas dejamos que la frustración se instale en nuestras emociones y a la vez se imponga sobre nuestros demás sentimientos, causando una pérdida irremediable de empeño.


Acostumbrarse nunca es bueno, y aunque lo sabemos hasta la saciedad, nos fascina acostumbrarnos, a veces somos masoquistas, yo misma me he dicho ¡qué horror! Lo comparto porque he caído en esa trampa. A pesar de ello, me he aplicado y sin titubear pronuncio en alto que me siento y soy libre para volar cada vez más alto porque día a día me alejo de cualquier cosa que intente cercarme. Recalco este aspecto porque las costumbres y los hábitos pueden parecerse pero no son iguales, las costumbres son peligrosas, someten, los hábitos nos transforman.


Esforcémonos en ser muy perspicaces para crear buenos  hábitos, ya que son muy apropiados para nuestro desarrollo, y renovarlos constantemente resulta lo ideal, porque nos hacemos disciplinados, perseverantes; pero  quien y nuestra absurda necedad, nos confundimos pensando que los hábitos son malos, y no, malas son nuestras percepciones.


El hábito de ser libres representa que nos identifiquemos plenamente, que nos determinemos en lo que queremos, que aprendamos a lidiar con las inevitables situaciones que ponen a prueba nuestra resistencia, que hallemos nuestro punto de equilibrio para que cada paso dado deje un buen ejemplo y cada palabra dicha genere soluciones. 


Trabajar diariamente para ser más libres conlleva que dejemos de ser personas fácilmente influenciables, mucho más críticas para saber bien lo que requerimos y por supuesto muy analíticas para hacer que en nuestro universo de oportunidades todo se materialice de manera impecable.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.



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