Deshumanizados

14:39 estefania villacis 0 Comments


Las noticias sobre atentados, violaciones, asesinatos, secuestros, robos y así tantas situaciones que día a día ocasionan un derramamiento de sangre en el mundo, se están convirtiendo en sucesos normales. ¿Cuándo pasó esto? ¿En qué momento nos deshumanizamos tanto? ¿Por qué nos acostumbramos a la maldad?

Pareciera que nuestra única reacción está siendo el lamentarnos y observar con pena a todas las víctimas de aquellos actos tan monstruosos. Cuando nuestro principal deber sería el hablar, cuestionar, proponer y obrar en pro de la paz y del respeto por nuestra dignidad humana. Hoy en día tenemos las herramientas para hacer escuchar nuestra voz, para plantear ideas, crear soluciones que alivianen el caos que se ha generado mayormente por ser cómplices con nuestro silencio, por mostramos ciegos y sordos frente a los hechos de destrucción.


Nos hemos deshumanizado porque atropellamos el respeto de todos los seres vivos que conforman el planeta sólo para saciar nuestros antojos y sentirnos todo poderosos; nos hemos deshumanizados porque adoramos lo material por encima del amor que necesitamos para vivir con afectuosidad; nos hemos deshumanizado sencillamente por la indiferencia con la que vivimos, porque ya no nos preocupamos por aliviar el dolor de alguien más, sino por solamente estar bien nosotros, y aunque no podemos resolver los problemas, ni mucho menos la vida de otro ser humano en su totalidad, tampoco podemos hacer que nuestra actitud de quemeimportismo colabore en la progresividad de los actos inhumanos que están acabando con la conciliación que debe primar entre todos los individuos.


El egocentrismo se ha apoderado de muchos corazones, y la cooperación se está apagando; no quisiera imaginar que con el transcurso de los días aumente el número de aquellos que conforman el grupo de los malos, un grupo donde esas personas actúan sin la más mínima ética ni pudor. Esto no puede ocurrir.


Así como tampoco el seguir afianzado la idea de que si eres pobre no puedes hacer nada, ¡Gran error! El mayor obstáculo es la pobreza de consciencia y la falta de interés, no las carencias materiales, pero más allá de ese aspecto, la mayor pobreza es la que vivimos cuando dejamos escapar a nuestros valores y principios, cuando nos traicionamos y actuamos equivocadamente convencidos de que el fin justifica los medios. Cuando preferimos ponerles el pie a los demás para llegar a la meta, y no hacer una carrera honesta.


Los derechos humanos no están siendo cumplidos, es nuestro deber hacerlos efectivos, además de promulgarlos para que todas las personas se llenen de poderío y no toleren el desmedro de los mismos. No podemos seguir permitiendo que quienes estén al mando de lo político o económico direccionen nuestras vidas según sus conveniencias, es hora de tomar el control.


¿Qué más podemos hacer? Pues una valiosa labor que deberíamos llevar a cabo todos, es la de limpiar la sangre de muchos inocentes con actos de unión y ejemplos de bondad; con propuestas solidarias y palabras afirmativas; con la voluntad de purificar al mundo.


Lo único de lo que debemos contagiar los unos a los otros es de amor, tolerancia y sobre todo de una extrema pasión por la fraternidad. Humanízate ya.

Con afecto,
Estefanía Villacís G.

0 comentarios: