Sin intensidad
No oculto que me causa mucha risa
el escuchar a amigos, conocidos, familiares y hasta a desconocidos quejarse de
que sus novias o esposas son controladoras, celosas, que no entienden que si no
las llaman es que porque están ocupados trabajando, estudiando, no porque no las quieren,
que no hay razón para el reclamo, que no todo el tiempo pueden estar a su lado,
que necesitan su espacio, que por favor no les hagan sentir que su libertad
está acabada, que no pueden estar tranquilos con tantas presiones, viven
nerviosos, pobrecitos, les aceleran el proceso de envejecimiento (jajaja). Tanto
las mujeres como los hombres posesivos son y serán agotadores a máximo nivel.
Querer es comprender, nadie es
dueño de nadie, y la paciencia es la clave, lo que permite que se pueda
balancear una relación de forma bonita, sin afrentas. Así como clave y serios
son los pensamientos, digo serios porque lo que se piensa creyendo que es lo
verdadero va generando convencimiento, y la mayoría piensa que todo es difícil y
mucho más los temas sentimentales. No es así, y por eso mismo se conocen más
reveses que cuentos de hadas.
Debemos terminar de entender que
los títulos de propiedad son para los objetos, no para las personas. ¿Quién
puede vivir condicionado o condicionada? Todos responderían que nadie, pero en
la práctica las estadísticas son alarmantes y no estoy exagerando, esto se da
porque las carencias nos hacen dependientes, sentimos que si no estamos con
alguien no podemos ser felices, que no podemos divertirnos, que no podemos
nada, ¡Deprimente! Pensar eso tiene que ser declarado pecado. Nadie en el mundo
está diseñado para completarte, sino para complementarte, para impulsarte, no
para generarte ansiedades.
Enfatizo en algo más, si luchar
con nuestras emociones y diferentes estados de ánimo es una tarea recia que se
llega a cumplir con disciplina (no está de más decir que aquello representa un proceso
necesario que no podemos saltarnos si deseamos escalar de nivel, y donde
requerimos de una fuerte concentración para reiniciarnos correctamente, eso sí,
dicho trabajo demanda unas cuantas horas en soledad, es lo idóneo para volver a
funcionar en óptimas condiciones), entonces imaginen y asimilen lo lioso que sería
fundar y cargar con dilemas inútiles tales como querer gobernar la vida del
novio, novia, esposo o esposa, esta es la forma más absurda de mortificarse.
¿Por qué nos empeñamos en
agrandar lo que es ínfimo y pasajero? ¿Por qué atormentarnos y atormentar a
alguien más? ¿Por qué no se puede querer sin poseer, cuidar sin controlar,
apoyar sin condicionar, abrazar sin asfixiar, hablar sin aturdir, compartir sin
exigir? Yo estoy segura que aquello pasa porque nos centramos en pulir la
apariencia y no en corregir nuestras falencias, así no se puede estar bien con
los demás.
De inicio al final todo debe ser
sencillo, sin dramas porque no tiene sentido despilfarrar el tiempo con
insignificancias, sino aprovecharlo para crear aventuras llenas de gozo e
inolvidables. Los feroces caprichos nos hacen perdernos y perder lo que vale la
pena, así que, relajadas y relajados que nadie quiere tener a su lado a un ser
obsesivo y enfadado.
No seamos intensos.
Con afecto,
Estefanía Villacís G.
Excelente tema. Saludos Estefania
ResponderEliminar