Sin intensidad

14:20 estefania villacis 1 Comments

No oculto que me causa mucha risa el escuchar a amigos, conocidos, familiares y hasta a desconocidos quejarse de que sus novias o esposas son controladoras, celosas, que no entienden que si no las llaman es que porque están ocupados trabajando, estudiando, no porque no las quieren, que no hay razón para el reclamo, que no todo el tiempo pueden estar a su lado, que necesitan su espacio, que por favor no les hagan sentir que su libertad está acabada, que no pueden estar tranquilos con tantas presiones, viven nerviosos, pobrecitos, les aceleran el proceso de envejecimiento (jajaja). Tanto las mujeres como los hombres posesivos son y serán agotadores a máximo nivel.


Querer es comprender, nadie es dueño de nadie, y la paciencia es la clave, lo que permite que se pueda balancear una relación de forma bonita, sin afrentas. Así como clave y serios son los pensamientos, digo serios porque lo que se piensa creyendo que es lo verdadero va generando convencimiento, y la mayoría piensa que todo es difícil y mucho más los temas sentimentales. No es así, y por eso mismo se conocen más reveses que cuentos de hadas.


Debemos terminar de entender que los títulos de propiedad son para los objetos, no para las personas. ¿Quién puede vivir condicionado o condicionada? Todos responderían que nadie, pero en la práctica las estadísticas son alarmantes y no estoy exagerando, esto se da porque las carencias nos hacen dependientes, sentimos que si no estamos con alguien no podemos ser felices, que no podemos divertirnos, que no podemos nada, ¡Deprimente! Pensar eso tiene que ser declarado pecado. Nadie en el mundo está diseñado para completarte, sino para complementarte, para impulsarte, no para generarte ansiedades.


Enfatizo en algo más, si luchar con nuestras emociones y diferentes estados de ánimo es una tarea recia que se llega a cumplir con disciplina (no está de más decir que aquello representa un proceso necesario que no podemos saltarnos si deseamos escalar de nivel, y donde requerimos de una fuerte concentración para reiniciarnos correctamente, eso sí, dicho trabajo demanda unas cuantas horas en soledad, es lo idóneo para volver a funcionar en óptimas condiciones), entonces imaginen y asimilen lo lioso que sería fundar y cargar con dilemas inútiles tales como querer gobernar la vida del novio, novia, esposo o esposa, esta es la forma más absurda de mortificarse.


¿Por qué nos empeñamos en agrandar lo que es ínfimo y pasajero? ¿Por qué atormentarnos y atormentar a alguien más? ¿Por qué no se puede querer sin poseer, cuidar sin controlar, apoyar sin condicionar, abrazar sin asfixiar, hablar sin aturdir, compartir sin exigir? Yo estoy segura que aquello pasa porque nos centramos en pulir la apariencia y no en corregir nuestras falencias, así no se puede estar bien con los demás.


De inicio al final todo debe ser sencillo, sin dramas porque no tiene sentido despilfarrar el tiempo con insignificancias, sino aprovecharlo para crear aventuras llenas de gozo e inolvidables. Los feroces caprichos nos hacen perdernos y perder lo que vale la pena, así que, relajadas y relajados que nadie quiere tener a su lado a un ser obsesivo y enfadado.


No seamos intensos.


Con afecto,


Estefanía Villacís G.






1 comentario: